Me encanta esta cita,
he de reconocerlo. Corresponde como ustedes saben a Henry David Thoreau, poeta y novelista
americano que vivió entre 1817 y 1862.
El acuerdo entre Esperanza y yo de incluirla en la novela ha permanecido invariable todos
estos años. Para nosotros tiene un significado más allá de la belleza de su
estructura y de sus palabras.
Aprovechándola y a
propósito de la temática de nuestro libro, esta frase nos dice que, aunque no
podemos vivir sin elegir, uno puede decidirse por una vida más ética, una vida de consciente
deliberación y elección mediante un proceso de investigación, de educación moral, cuyo motor
es la anticipación a la muerte. Lo más importante en la vida nos dice Thoreau,
es aprender a vivir deliberadamente, de tal forma que nos permita discernir
entre nuestras posibilidades y optar activamente por las mejores de verdad,
evitando caer en las más fáciles.
Los protagonistas de nuestra novela se
enfrentan a una decisión trascendental para sus vidas, juzguen ustedes si atendiendo a lo expuesto, fueron capaces de vivir deliberadamente eligiendo la
mejor de las opciones posibles.
Thoreau, al terminar Walden, una obra escrita durante el tiempo que vivió en una cabaña construida por él mismo
en pleno bosque, dijo que: “Si uno avanza confiadamente en la
dirección de sus sueños, empeñándose en vivir la vida que ha imaginado, se
encontrará con un éxito inesperado en sus horas de vigilia”.
El arte de escribir consistía para él en hacer cuadrar frases que muestren más de lo
que dicen, que tengan una atmósfera en torno a sí, que no se limiten a
registrar una impresión vieja, sino que creen otras nuevas; frases, dijo, que
hagan surgir tantas cosas y sean tan perdurables como un acueducto romano.
Les pediría a ustedes ahora que, de haber
encontrado en nuestra novela alguna frase que les haya llamado especialmente la
atención, exprésenla con sus comentarios
en este blog.
En 1960, una efigie de Thoreau entró en el
Panteón de los Héroes Norteamericanos de la Universidad de Nueva York, junto a
George Washington, Benjamin Franklin, Abraham Lincoln, Thomas Edison y Ralph
Waldo Emerson. En 1998, el presidente de
los Estados Unidos le propuso como modelo de las mejores prácticas ciudadanas y
afirmó la superioridad moral de la desobediencia civil sobre la violencia.
Leí este pensamiento en el separador de páginas del libro y me impactó. Luego, encontré el comentario al mismo, y comprendí el por qué lo eligieron para incluirlo en el libro. Se complementan perfectamente!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu amable comentario Magda. Como decimos en el cuerpo de esta entrada del blog, los autores de la novela siempre estuvimos completamente de acuerdo en incluir la cita del señor Thoreau, y veo que no somos los únicos...
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