La primera
edición de la Feria del Libro, tuvo lugar entre el domingo 23 de abril y el sábado
29 de abril de 1933, siendo inaugurada por el Presidente del Consejo de
Ministros, don Manuel Azaña, acompañado de don Fernando de los Ríos, en un ambiente
primaveral de gran expectación por la proclamación en nuestro país de la II
República, pero también de gran preocupación por la crisis económica -algo
similar al clima que hoy vivimos-, y por la llegada al poder en Alemania de
Adolfo Hitler.
En la
I edición de la Feria se montaron en el Paseo de Recoletos veinte casetas, después de superar la oposición de los libreros
que defendían el negocio tradicional y se oponían a la venta en quioscos o en
la calle, porque entendían
que se vulgarizaba la venta de libros para convertirlos en artículos de feria o
baratijas.
En aquella primera Feria se recaudaron
43.400 pesetas y, por ejemplo, en la edición de 2011, fueron 7.950.000 euros.
La de 1934 fue ya publicitada por la Compañía de Tranvías de Madrid, anunciándola en el reverso de los
billetes y en los costados de los vehículos, participando algunos libreros que ofrecían no sólo un
10% de descuento sino también un libro de regalo, a la vista de los resultados
obtenidos en la edición anterior. Fueron cuarenta casetas alineadas entre Cibeles y la Biblioteca Nacional y se recaudaron 214.000 pesetas. En la
edición de 1935 participó Gabriela Mistral, que habló de la pasión de leer. En
1936, con motivo de la III edición dedicada a Lope de Vega, se representó El Acero de Madrid, del mismo autor,
y el Retablo de San Cristóbal, de García
Lorca, en un
tablado al aire libre en la Plaza de Colón.
Nosotros hemos participado en la Feria del Libro en su 71 edición y a
los dos se nos ocurrió una muy original entrevista a dos
bandas. Nos pareció una forma interesante y distinta de hablaros de nuestra experiencia como
autores en la Feria del Libro de Madrid, en el Parque de El Retiro, el pasado
viernes, 1 de junio de 2012.
Recordaréis que nos convocaron en la caseta 76, de la librería Blanco, que se
encuentra en la calle del Conde de Peñalver, en el barrio de Salamanca. El día era soleado, de cielos azules y
de un calor que iba aumentando a medida que nos acercábamos a las doce.
Ricardo y yo
tenemos en común muchas cosas, y una de ellas es que nos encanta El Retiro. Y por
aquello de la caballerosidad –que no hunde sus raíces en el machismo, sino en
la elegante cortesía-, Ricardo, amablemente, se presta a que le entreviste su
partenaire, su compañera de fatigas, su socia, su vieja profesora, su amiga…
E.R. Para empezar, Ricardo, me gustaría
saber, por un lado, qué
sensaciones te produjo ayer participar por primera vez en la Feria del Libro de
Madrid, y cuál es la valoración que realizas de esta jornada.
R.S. Respondiendo a la primera parte de tu pregunta te
diré que siempre he visto la Feria desde la perspectiva de lector,
deambulando distraídamente por el
Paseo de Coches y viendo a los autores en sus casetas firmando sus obras. En
esta ocasión ha sido muy diferente, pues era yo quien estaba en el interior de
la caseta y los lectores quienes se paraban a hojear nuestro libro. En
cuanto a la segunda parte, mi
sensación es de satisfacción, lógicamente; la de un sueño cumplido, a la
espera de que vuelva a repetirse un día.
E.R. ¿Recuerdas algún hecho, circunstancia, anécdota o imprevisto que sucediera ayer en relación con tu estancia y participación en la Feria del Libro?
R.S.
Hmmm… Siempre hay algunos… El primero, como decía, es esa sensación
de ver los toros desde el ruedo, y no al otro lado de la barrera. En segundo
lugar, me llamó la atención el espacio tan reducido de la caseta por dentro. En
nuestro caso, al ser coautores, aprendimos a compartir ubicación en el
pequeñísimo reducto, tal vez
pensado para un solo autor, que suele ser lo habitual. Pero al menos se
estaba fresquito.
E.R. Me da la
impresión de que el Parque de El Retiro te llena, personalmente, y, por tanto,
lo verás adecuado para montar en él esta tradicional exposición, pero no te
parece que podría ubicarse en otros lugares de Madrid, igualmente atractivos y
posiblemente más espaciosos?
R.S. Tú sabes que el Parque de El Retiro es uno de mis lugares preferidos de Madrid. No sólo, por
tanto, lo elegiría siempre para montar la Feria del Libro, sino que fomentaría
la pluralidad de actividades al aire libre entre sus paseos y parterres.
Este parque, además de por su historia y por ser un pulmón de Madrid,
constituye un entrañable oasis de paz y de tranquilidad en una ciudad de seis
millones de habitantes. Un lugar en el que resulta más fácil dejar en segundo
plano el estrés y las prisas.
E.R. A pesar de
que estuviéramos en la Feria de 12:00 a 14:00 horas en un viernes, en lugar de
en fin de semana, en que suele venir una mayor afluencia de público, ¿te
sentiste acompañado por tus seguidores?
R.S. Por suerte sí; ha sido una jornada inolvidable.
En esa franja horaria no tuvimos un solo rato a solas. Familiares, amigos
y seguidores de nuestra novela hicieron un hueco en sus agendas para compartir
unos minutos con nosotros y, todo ello, a pesar del día laborable en el que nos
dimos cita. De haber sido un sábado o un domingo, creo que no hubiéramos
podido atender a todos como se merecían. Por ello, desde aquí quiero
agradecer su presencia; me consta que muchos no pudieron venir por causas ajenas
a su voluntad, fundamentalmente por cuestiones de trabajo.
E.R. ¿Crees que tal vez al año que viene, o al cabo de dos, podrás volver -y te agradaría- a la Feria con un nuevo libro? Y si ya tienes algún proyecto, ¿nos puedes hablar de él, como primicia?
R.S. Quizás el próximo año sea demasiado precipitado.
Cualquier libro conlleva muchas horas de trabajo para su autor. No sólo
por la elaboración en sí de la historia sino también por todo el proceso
posterior de edición. Desde la presentación de Desde mi Ausencia en
diciembre de 2011, ha sido tanta la actividad que nos ha supuesto que el
tiempo disponible para escribir se ha visto sensiblemente afectado. No
obstante, contestando a tu pregunta, he de decir que sí, que espero volver
a la Feria con la siguiente novela, que trata también un tema de
actualidad, como es el de la violencia familiar y de
género.
E.R. Pues muchas gracias, Ricardo, y
me presto ahora a que tú me preguntes a mí lo que gustes. Adelante.
R.S. Vamos a ver… Que yo sepa, esta ha sido tu segunda vez en La Feria del
Libro ¿no? ¿Has notado alguna mejora en la organización del evento si lo
comparas con la vez anterior?
E.R. Huyyy, casi…. Esta es la tercera vez que he
participado en la Feria del Libro. La primera estuve con AEUE, Asociación
Española de Editoriales Universitarias, con ocasión de la publicación de mi
primer libro: Metodología e Investigación, contenidos y formas,
publicado por la Universidad Camilo José Cela. La segunda fue en la caseta de
La Torre Literaria, con mi libro Háblame de ti, publicado por Nuevos
Escritores… Aquella vez vendimos ochenta ejemplares en dos horas de la mañana
de un domingo… Y ahora la tercera, con Desde mi Ausencia, en la caseta
de la librería Blanco. En cuanto a si he advertido mejoras… Pues… No sé, puedo
decirte que lo veo todo más o menos, que está bien organizado, anunciado,
montado, grato, concurrido…
R.S. ¿Qué sensaciones o anécdotas
puedes contarnos de tu presencia en la Feria del Libro de Madrid 2012?
E.R. Bueno, pues recuerdo que, antes de las doce, nos
sentamos en una terracita a tomarnos una cerveza y unas patatas fritas, y que,
nada más instalarnos, apareció una gitana con fragantes ramitos de romero,
pretendiendo que compraras uno a esa “mujer tan guapa que te acompañaba”, ja,
ja… Tú continuaste hablando conmigo y le diste a entender con un gesto que no
nos interesaba… Entonces ella se puso detrás de mí y me dejó una ramita de
romero sobre la mesa, diciéndome: “Toma, guapa, que eres muy guapa; te la
regalo yo”, y se fue… Me hizo gracia y se lo agradecí, pero además, me recordó
ese pasaje de nuestra novela en el que una gitana le lee la mano a El
Tempranillo, cosa que tanto le inquieta a él… No dejaba de ser una casualidad…Y
te lo dije, seguro que te acuerdas…
R.S. Sin duda,.
Claro que me acuerdo, ja, ja… Oye, Espe, ¿crees que la Feria del Libro puede
verse perjudicada por la irrupción en el mercado del libro electrónico?
E. R. Puf, vaya preguntita, Ricardo… No sé. Yo creo
que no, que son dos cosas distintas. Las personas aficionadas a venir a la
Feria, seguirán haciéndolo, aunque se compren libros electrónicos. En la Feria
del Libro de El Retiro hay algo más que libros: ambiente, costumbrismo, color,
concurrencia, tradición, anticipo de vacaciones... En la Feria del Libro puedes
pararte y hojear ejemplares, deleitándote con la edición, los grabados, los
dibujos… A mí me gusta cómo suenan los libros cuando los abres, cómo huelen… El
libro en sí mismo es un arte. Pero sé cómo está proliferando el libro
electrónico y la cantidad de espacio que libera… Sin embargo, no me he comprado
ninguno todavía. Supongo que el primero será un regalo de alguien.
R.S. ¿Estás
satisfecha con tu participación en La Feria del Libro 2012? Me
interesaría que respondieras a esta pregunta desde la doble vertiente de
los resultados en ventas obtenidos y desde tu perspectiva personal como escritora.
E.R. Sí, estoy satisfecha de haber disfrutado un año
más de la Feria del Libro, como autora. Es una experiencia cansada, pero
gratificante y única. Firmaba ahora mismo por volver al año que viene con un
nuevo libro, juntos o por separado. Aunque sé que por separado me da aprensión;
creo que este mundo de la edición es muy cansado, agotador, más bien. Tú sabes
que tengo muchos libros escritos y he renunciado a luchar por su edición. Por
algo será… En cuanto a las ventas que se han hecho en nuestro caso, están bien,
como nos dijeron los representantes de la librería. No habremos batido el
récord de firmas, pero si hubiéramos estado un sábado o un domingo, recién
hecha la presentación de la novela, hubiéramos barrido. Estoy convencida.
Tenemos la mejor hinchada, los más fieles y entusiastas seguidores. Desde aquí
les digo ahora que, en su ausencia, me sentí acompañada por el cariño de todos
ellos. Pero, además, nos llevamos muy gratas sorpresas de gente que no
esperábamos, de gente que hacía muchos años que no la veíamos… Chapeau por cada
uno de ellos.
R.S. Y por
último, rescatando la opinión de algunos de nuestros lectores:¿crees como
autora que Desde mi Ausencia es una
novela que podría ser llevada al cine?, ¿Te gustaría?
E.R. Estoy convencida de que se podría llevar al cine. En el cine se juega magistralmente con los saltos
temporales y espaciales, mucho mejor que en la novela. Por tanto, si nos lee
algún director de cine, valiente y emprendedor, le animamos a intentarlo. No
son muchos personajes, en realidad. Yo sé que un director como José Cabanach lo
haría, y lo haría bien. Lo que ocurre
es que su temática es diferente, al menos en lo que yo he visto hasta
ahora. Y, si hubiera vivido mi padrino literario, José María Jaúregui, ya lo
estaría moviendo entre tantos amigos como tenía. ¿Gustarme? ¡Sería un puntazo!
¡Me encantaría!
R.S. Muchas gracias igualmente a ti, Espe. Yo creo
que hay que repetir esto de las entrevistas…
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