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de mayo ya, cómo corre el tiempo. Un tiempo revuelto y extraño, cual un otoño de
tonos invernales en primavera. El color del cielo es un preludio pausado de
tormenta. Y hace frío.
Ricardo
y yo hemos quedado a las 08:00 de la mañana. Una vez más nos disponemos a
añadir una nueva aventura en nuestra común historia, al calor de Desde mi Ausencia. Es domingo y la
ciudad parece vacía; la calle se despereza con el suave deslizar de algún que
otro taxi camino de la estación de Atocha.
¿Qué
puede haber en un festivo a hora tan temprana, que reclame la presencia de los
dos?
Sí, lo habéis adivinado.
El periodismo no puede descansar aunque sea jornada de ocio: Ricardo y yo
seremos hoy los invitados especiales en el programa matinal que presenta y
dirige Curro Castillo, Madrid Fin de Semana, de 09:00 a 11:00 horas en Onda Madrid.
...
Y ya
de vuelta a casa desde hace unas horas, y mientras descarga una aparatosa
tormenta sobre la capital, rememoramos la nueva experiencia en radio, y en
síntesis os podemos anticipar que ha sido una verdadera gozada, ¿verdad,
Ricardo? ¿Te acuerdas de cómo fuimos hablando de ello cuando volvíamos de La
Ciudad de la Imagen?
-Sí,
claro… Nada más llegar bajó a recibirnos Pablo, del equipo de Curro, que nos
condujo hacia el estudio donde iba a tener lugar el programa. ¡Madre mía, qué
de gente, y qué vitalidad feliz la de todos, qué energía, qué recibimiento más
cálido! Unos ya se encontraban allí, otros se fueron incorporando sobre la
marcha…
Sin
duda: gran tertulia esta que dirige, coordina y protagoniza Curro Castillo,
otro grandísimo profesional de la comunicación que imprime su sello, su
personalidad, su carácter en cada espacio. Curro disfruta comunicando, lo vive
y trasmite su vitalismo, su entusiasmo, su alegría contagiosa. Madrid Fin de Semana se caracteriza por la
variedad de temas, por la espontaneidad, el dinamismo. Incorporarte a esa
tertulia es como estar en casa entre amigos. Hay espacio para la literatura, la
música, el cine, el arte, la historia, la actualidad; hay espacio también para
las curiosidades, adivinanzas, chistes, recetas de cocina, concursos,
intervenciones de los oyentes... No es demasiado habitual que, salvo honrosas
excepciones, un trabajo serio y profesional pueda llevarse a cabo distendida y
gozosamente a diario; un trabajo en el que no faltan las risas, fruto de ese
humor sano y equilibrado que se palpa y respira, contrapunto de la otra cara de
la moneda que nos ofrece la vida.
Un
placer. Un privilegio haber vivido esta experiencia, sintiéndonos cada vez más
a gusto, más integrados, más participativos y espontáneos, más amigos de ese
grupo de amigos entrañablemente divertido, entre los que el tiempo se nos fue
como la espuma.
-¿Ya?
¿Ya son las once…? –nos preguntábamos con la mirada fija en el reloj del
estudio.
Pues
sí. Dos horas más para el recuerdo que nos hacen acabar de nuevo dando las
gracias: a Loli Jurado, hada
madrina que nos facilitó la entrada a Telemadrid y a a Onda Madrid, y que no
dejó de estar pendiente hasta el último momento para que se hiciera realidad. A
José Gilgado, subdirector de esta cadena televisiva. A Curro, cómo no, el mejor
espada, que propicia la comunicación sin barreras; el de la risa a flor de
piel, original, divertido, lleno de creatividad y de saber hacer; capaz de
aglutinar, de crear equipo, con ese magnetismo innato que nace de la humanidad
y de la experiencia. Y es que, amigos y amigas, cuando Curro Castillo te mira
de frente y te sonríe, mientras formula una adivinanza, cuenta un chiste o comenta la
actualidad, te parece que lo conoces de toda la vida.
Gracias,
para terminar, a cuantos formaron parte de la tertulia: Pablo, el que con una
sonrisa permanente en los labios intentaba hablar de cine, de películas; Rosa
de la Fuente, aguda, chispeante, encantadora, y fan incondicional del cuerpo de
bomberos, lo mismo que la cordial, interesante y dinámica Eva Robles, otra de
las asiduas como Santiago Álvarez-Barón, quien nos impresionó por su
contundente apariencia de seriedad y lo bien que hablaba francés, pero, sobre
todo, ¡por lo bien que imitaba al Pato Donald, además, de
trinar como los pájaros cuando quiere! Aunque, hablando de trinos, no olvidamos
a Melo Bakale, quien con su voz cálida y su guitarra, nos ofreció un par de
canciones y nos habló de sus proyectos... Y gracias a quienes estaban en el
control, al otro lado de los cristales. A todos. Que nadie quede fuera.
Cómo
nos gustaría volver a veros, amigos, a participar de esa alegría que trasmitís
a través de las ondas a los madrileños madrugadores. Nuestras felicidades
entusiastas y sinceras a Madrid Fin de Semana, un espacio lleno
de vida, matices y color, que invitamos a escuchar a los amantes de la buena
radio. Es una verdadera inyección de optimismo y alegría para empezar la
jornada, más necesaria aún, habida cuenta de los difíciles tiempos que vivimos.
Nos
marchamos con un “Hasta que queráis. Hasta siempre, amigos”